Depresión
Depresión viene del latín depressio(hundimiento), el paciente se siente hundido con un peso sobre su existencia. La sensación de sentirse triste, decaído emocionalmente, y perder interés en la cosas que antes disfrutaba es lo que se llama depresión. Se debe saber que la depresión es una enfermedad como puede ser la diabetes o la artritis y no es sólo una sensación de tristeza o desánimo. Esta enfermedad progresa cada día afectando sus pensamientos, sentimientos, salud física y su forma de comportarse. La depresión no es culpa de la persona que la padece, como tampoco es una debilidad de la personalidad. No es una condición de la cual uno puede liberarse a voluntad. Es una enfermedad médica que es muy frecuente y puede afectar a cualquier persona. Sin tratamiento, una persona con depresión puede llegar al suicidio. Sin embargo, la mayoría de las personas que padecen de depresión pueden mejorar con un tratamiento adecuado.
Clasificación
- Depresión severa: Cuando la persona presenta casi todos los síntomas de la depresión y la depresión le impide realizar sus actividades de la vida diaria.
- Depresión moderada: Cuando la persona presenta muchos de los síntomas de la depresión y esto le impide realizar las actividades de la vida diaria. Este tipo de depresión no incapacita tanto, pero sin embargo interfiere con el funcionamiento y bienestar de la persona.
- Depresión leve: Cuando la persona presenta algunos de los síntomas de la depresión y el realizar sus actividades de la vida diaria toma un esfuerzo extraordinario.
- Depresión posparto: Las mujeres deben estar alertas de cambios mentales que pueden ocurrir, durante el embarazo y después del parto. Puede comenzar de tres a cuatro días después del parto, y esto incluye cambios de temperamento, el llorar repentinamente y los problemas de concentración. Estos síntomas desaparecen por lo regular diez días después del parto. Pero si se prolongan o se intensifican, se le llama depresión posparto y puede necesitar ayuda médica.
- Trastorno disfórico premenstrual: Síntomas depresivos que ocurren una semana antes de la depresión y desaparece después de menstruar.
Síntomas
- Perder interés en las cosas que antes disfrutaba, incluyendo la actividad sexual.
- Sentirse triste, decaído emocionalmente o cabizbajo.
- Sentir que no tiene energía, cansado, o al contrario, sentirse inquieto y sin poder quedarse tranquilo.
- Sentir como que no vale nada o sentirse culpable.
- Que le aumente o disminuya el apetito o el peso.
- Tener pensamientos sobre la muerte o suicidio.
- Tener problemas para concentrarse, pensar, recordar, o tomar decisiones.
- No poder dormir o dormir demasiado.
- Dolores de cabeza.
- Dolores generales por todas las partes del cuerpo.
- Problemas digestivos o gástricos.
- Sentirse pesimista.
- Sentirse ansioso o preocupado.
- Irritabilidad.
Etiología
La depresión puede ser el resultado de muchas razones:
- La herencia genética(se transmite en su familia).
- Otras enfermedades.
- Ciertos medicamentos.
- El uso de drogas o alcohol.
- Otros problemas mentales(psiquiátricos).
También se encuentran los factores bioquímicos, se ha demostrado que la bioquímica del cerebro juega un papel significativo en los trastornos depresivos. Se sabe, por ejemplo, que las personas con depresión grave típicamente tienen desequilibrios de ciertas substancias químicas en el cerebro, conocidas como neurotransmisores. Además, los patrones de sueño, que se ven afectados por la bioquímica del organismo, son generalmente diferentes en las personas que tienen trastornos depresivos. La depresión puede ser inducida o aliviada con ciertos medicamentos, y algunas hormonas pueden alterar los estados de ánimo. Lo que aún no se sabe es si el “desequilibrio bioquímico” de la depresión tiene un origen genético o es producido por estrés, por un trauma, o por una enfermedad física u otra condición ambiental. A veces una situación emocionalmente mala(pérdida de un familiar, o un problema de trabajo), pueden desencadenar la depresión o provocar que el paciente no se pueda recuperar completamente, pero en otras ocasiones se presenta incluso cuando todo en sus vidas marcha bien. Las causas de los trastornos depresivos generalmente incluyen una combinación de factores genéticos, psicológicos y ambientales.
Diagnóstico
El primer paso para recibir un tratamiento adecuado para la depresión consiste en un examen médico, para descartar alguna enfermedad que produzca los mismos síntomas que la depresión. Para esto el médico debe realizar un examen físico, entrevista del paciente y análisis del laboratorio. Si causas físicas son descartadas, el médico debe realizar una evaluación psicológica o dirigir a el paciente a un psiquiatra o un psicólogo. Una buena evaluación diagnóstica debe incluir una historia médica completa. ¿Cuándo comenzaron los síntomas, cuánto han durado, qué tan serios son?, si el paciente los ha tenido antes, el médico debe averiguar si los síntomas fueron tratados y que tratamiento se dio. El médico también debe preguntar acerca del uso de alcohol y drogas, y si el paciente tiene pensamientos de muerte o suicidio. Además, la entrevista debe incluir preguntas sobre otros miembros de la familia. ¿Algún pariente ha tenido depresión y si fue tratado, que tratamientos recibió y que tratamientos fueron efectivos. Por último una evaluación diagnóstica debe incluir un examen del estado mental para determinar si los patrones de habla, pensamiento o memoria se han afectado, como pasa algunas veces en el caso de enfermedad depresiva o depresión bipolar.
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